Realizar una “Ronda de Escucha”: en círculo, cada niño comparte una experiencia en la que sintió que fue escuchado o que no lo fue, usando recursos visuales o corporales.
Crear un “Árbol de la Comunicación”: cada hoja con una palabra o frase que represente la escucha activa, pegada en un mural.
Introducir un cuento o historia que refuerce la importancia del diálogo respetuoso (Fuente: Libro, Pág. Y).
Comprensión y producción
Taller de creación de “Cajas de la Escucha”: cada grupo construye una caja decorada con materiales manipulables que represente un espacio para escuchar y dialogar.
Grupos realizan dramatizaciones o títeres sobre situaciones donde la escucha activa cambia el resultado de un conflicto.
Elaborar un cartel o cartelera que indique “Reglas para escuchar y dialogar respetuosamente”.
Reconocimiento
Presentar los productos creados ante la comunidad escolar o en una asamblea escolar.
Reflexionar en plenaria sobre lo aprendido, con preguntas como: ¿Qué aprendieron sobre escuchar? ¿Qué les gustó de las actividades?
Corrección
Revisar en grupos las dramatizaciones o productos, haciendo ajustes para mejorar la comunicación y el respeto.
Realizar un “Jurado de Escucha”: amigos y docentes evalúan las dramatizaciones con criterios sencillos, como respeto, claridad y empatía.