Durante la época colonial, España controlaba muchas tierras en América y otras partes. El rey era la autoridad máxima. Para gobernar mejor, nombraba virreyes, que eran como los jefes en las colonias. También existían los encomenderos, que ayudaban a administrar y cuidaban a los indígenas. Este sistema permitía que España mantuviera control y riquezas en sus colonias.