Momento | Descripción | Actividades Sugeridas |
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Presentamos | Plantear la reflexión inicial | Se inicia con un relato breve y visual (un cómic o historia ilustrada) en la que personajes enfrentan un problema cotidiano que requiere cálculos y operaciones básicas (como repartir una cantidad de comida, organizar una compra, o planear un evento). Se invita a los niños a reflexionar sobre cómo las matemáticas los ayudan en la vida diaria. Se presenta el problema central: "¿Cómo podemos usar las operaciones básicas para resolver situaciones reales?" |
Recolectemos | Saber previo sobre el problema | Se realiza una actividad de lluvia de ideas en grupo donde los niños comparten experiencias relacionadas con compras, repartos, o mediciones que hayan vivido o imaginado. Se puede usar una cartulina con categorías: "¿Alguna vez has tenido que dividir algo?", "¿Has ayudado a sumar o restar en casa?", "¿Has hecho alguna compra que involucrara cantidades?". Se registra lo que saben y lo que quieren aprender. |
Formulemos | Definir con claridad el problema | En pequeños grupos, los alumnos analizan y formulan el problema central en sus propias palabras, por ejemplo: "Queremos saber cómo usar las operaciones para resolver problemas en nuestra vida" o "¿Qué operaciones necesitamos para repartir y calcular cantidades?" Se redactan en carteles pequeños y se comparte en plenaria. Se busca que comprendan la relación entre las operaciones y situaciones cotidianas. |
Organizamos | Equipos, tareas, estrategias | Los alumnos se organizan en equipos de 4, y planifican cómo abordarán diferentes casos prácticos: una compra en la tienda, dividir dulces entre amigos, calcular el tiempo de un viaje. Cada equipo decide quién realiza qué tarea y qué materiales necesitan (tarjetas con números, fichas, papel, calculadora si es posible). Se establecen roles y estrategias para resolver los casos. |
Construimos | Ejecutar las estrategias | Los equipos trabajan en resolver los casos prácticos, usando manipulativos como fichas, tarjetas, o diagramas. Se les anima a explicar sus pasos en voz alta, a pensar críticamente y a colaborar. Ejemplo: repartir 24 chocolates entre 4 amigos, ¿cuántos recibe cada uno? ¿Cómo lo calculamos? Se promueve la discusión y el pensamiento lógico. También se puede hacer un juego de roles donde los niños simulan ser clientes y cajeros, usando operaciones para dar cambio o sumar cantidades. |
Comprobamos y analizamos | Evaluar resultados | Cada equipo presenta su solución y explica el proceso que siguió. Se realiza una reflexión guiada: ¿Qué aprendieron? ¿Qué fue fácil o difícil? ¿Qué usarían en la vida cotidiana? Se puede usar una rúbrica sencilla para autoevaluar colaboración, comprensión y precisión. También se revisan errores y se discuten alternativas. |
Compartimos | Socializar y valorar lo aprendido | Como cierre, cada equipo comparte su experiencia y solución con toda la clase, usando apoyos visuales o dramatizaciones. Se realiza una retroalimentación grupal y se valoran las ideas y estrategias de todos. Se refuerza la idea de que las matemáticas nos ayudan a resolver problemas reales y que todos pueden aprender a usarlas en su vida diaria. |
Este esquema permite a los alumnos vivenciar cómo las matemáticas son útiles en su realidad, promoviendo un aprendizaje activo, reflexivo y colaborativo, siguiendo los principios de la Nueva Escuela Mexicana.